L
            
            
              a desaparición en las Navidades de
            
            
              2010, por razones económicas insu-
            
            
              perables (según entonces se dijo), del
            
            
              histórico
            
            
              
                Gremio de Empresas de la
              
            
            
              
                Confección de Barcelona
              
            
            
              , dejó sin co-
            
            
              bertura asociativa y, muy en particular,
            
            
              sin voz ante la Administración catalana, a
            
            
              las empresas del sector confeccionista
            
            
              en esta Comunidad.
            
            
              Con la intención de cubrir este hueco,
            
            
              se fue configurando durante el año una
            
            
              
                Agrupació Catalana del Tèxtil i Moda
              
            
            
              ,
            
            
              
                ACTM
              
            
            
              , que oficialmente tendrá esta de-
            
            
              nominación, pero que informalmente se
            
            
              presentará como
            
            
              
                «Clúster Textil de Moda
              
            
            
              
                de Cataluña»
              
            
            
              , dicho así o en
            
            
              catalán, según el contexto.
            
            
              Es el segundo colectivo del
            
            
              textil en España que se au-
            
            
              todefine como clúster, pues
            
            
              hasta ahora sólo lo habían
            
            
              hecho los gallegos, tanto
            
            
              por sí mismos como en fra-
            
            
              ternidad con sus colegas del
            
            
              Norte de Portugal (fenómeno del que se
            
            
              habla en otro tema de este número).
            
            
              Igual en el caso catalán que en el ga-
            
            
              laico-lusitano,
            
            
              
                el empleo del término
              
            
            
              
                clúster es correcto
              
            
            
              porque cada uno de
            
            
              los colectivos (incluso el binacional, en
            
            
              un territorio en el que la frontera ya sólo
            
            
              es simbólica) está formado por empresas
            
            
              con complementariedad funcional y con
            
            
              proximidad territorial, que pueden explo-
            
            
              tar en conjunto (condición sine qua non)
            
            
              sus potencialidades.
            
            
              En el caso de la
            
            
              
                ACTM
              
            
            
              , la casi totali-
            
            
              dad de las empresas integrantes son de
            
            
              
                género de punto,
              
            
            
              no específicamente
            
            
              confeccionistas, representadas genérica-
            
            
              mente a nivel nacional por la Agrupación
            
            
              Española de la modalidad, a la cual de
            
            
              hecho ya pertenecían. Pero es cierto
            
            
              que, a nivel de la Comunidad Autónoma,
            
            
              con la desaparición del citado Gremio
            
            
              (aunque no fuera el suyo específico)
            
            
              habían quedado sin visibilidad para el
            
            
              diálogo.
            
            
              Por otra parte, género de punto y con-
            
            
              fección han entrado durante los últimos
            
            
              meses (como se menciona en otros luga-
            
            
              res de este número) en un proceso de in-
            
            
              tegración corporativa.
            
            
              En el momento de hacer la presenta-
            
            
              ción formal del clúster, que tuvo lugar el
            
            
              28 de octubre último en el Centro de Cul-
            
            
              tura Contemporánea de Barcelona, con
            
            
              asistencia del presidente de la Generali-
            
            
              dad,
            
            
              
                Artur Mas
              
            
            
              , figuraban como inte-
            
            
              grantes del grupo promotor
            
            
              
                catorce em-
              
            
            
              
                presas
              
            
            
              : Punto Blanco, Tex 51, Sita Murt,
            
            
              Diacar/Linn y Escorpión, de Igualada; Bó-
            
            
              boli, Avet y CP Aulart, de Mataró; Cetriko
            
            
              y Denier, de Barcelona; Yerse, de Saba-
            
            
              dell; Cóndor, de Arenys de Mar; Giró, de
            
            
              Barcelona; y Guasch, de Capellades. La
            
            
              enumeración no es del todo ortodoxa,
            
            
              puesto que a unas se las cita por la razón
            
            
              social y a otras por alguna de sus mar-
            
            
              cas. En abril de 2012 hay ya, según los
            
            
              últimos datos disponibles,
            
            
              
                70 socios
              
            
            
              ,
            
            
              
                los tiempos de trans-
              
            
            
              
                porte que, para los
              
            
            
              
                países del Indico/
              
            
            
              
                Pacífico, pueden ser
              
            
            
              
                de tres semanas de
              
            
            
              
                barco.
              
            
            
              n
            
            
              
                Ante este pa-
              
            
            
              
                norama, ¿qué de-
              
            
            
              
                beríamos
              
            
            
              
                hacer?
              
            
            
              ¿Qué deberíamos
            
            
              hacer para corregir
            
            
              los excesos cometi-
            
            
              dos en materia de
            
            
              deslocalización y out-
            
            
              sourcing? Canals lo
            
            
              sintetiza así:
            
            
              4
            
            
              
                Relocalizar de
              
            
            
              
                nuevo las produccio-
              
            
            
              
                nes en nuestro país,
              
            
            
              
                
                  buscando la captu-
                
              
            
            
              
                
                  ra de producción de
                
              
            
            
              
                
                  alto valor añadido
                
              
            
            
              
                ,
              
            
            
              
                lo que requiere dis-
              
            
            
              
                poner de una nueva y
              
            
            
              
                proactiva política in-
              
            
            
              
                dustrial por parte de
              
            
            
              
                las Administraciones
              
            
            
              
                Central y Autonómi-
              
            
            
              
                cas.
              
            
            
              4
            
            
              
                Facilitar las nue-
              
            
            
              
                vas implantaciones
              
            
            
              
                industriales y la
              
            
            
              
                adaptación de suelo
              
            
            
              
                para ello, y fomentar
              
            
            
              
                de manera incansa-
              
            
            
              
                ble la formación y el
              
            
            
              
                aprendizaje en todos
              
            
            
              
                sus niveles.
              
            
            
              4
            
            
              
                Y
              
            
            
              
                
                  que la activi-
                
              
            
            
              
                
                  dad industrial sea
                
              
            
            
              
                
                  revalorizada de nue-
                
              
            
            
              
                
                  vo en nuestra socie-
                
              
            
            
              
                
                  dad
                
              
            
            
              
                , como instrumen-
              
            
            
              
                to efectivo para gene-
              
            
            
              
                rar riqueza y empleo.
              
            
            
              Algo mucho más
            
            
              fácil de decir que de
            
            
              aplicar, después que
            
            
              la cultura del esfuer-
            
            
              zo ha sido desterra-
            
            
              da, y dilapidada la in-
            
            
              versión.
            
            
              n
            
            
              58
            
            
              
                TEXTIL EXPRES
              
            
            
              
                -
              
            
            
              
                SUPLEMENTO /
              
            
            
              
                EXTRA 200
              
            
            
              
                - MARZO-ABRIL 2012
              
            
            
              EXTRA 200 •
            
            
              
                TEXTIL EXPRES
              
            
            
              Empresas catalanas
            
            
              crearon
            
            
              un clúster de moda