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SUPLEMENTO /
EXTRA 200
- MARZO-ABRIL 2012
D
e las siete corporaciones que actualmente inte-
gran el Consejo Intertextil Español (véase otro
tema en este número), seis no ofrecen ninguna
ambigüedad en cuanto a su ámbito territorial, que es
en todos los casos el del conjunto del país (lo cual está
explícito en su propia denominación, con independen-
cia de dónde tengan su sede, que para cinco de ellas
está en Cataluña y para otra en Madrid), ni tampoco en
su ámbito sectorial: el algodón, la lana, la seda, los
acabados, el género de punto, la confección…
Pero es muy singular el caso de Ateval, por razones
ligadas a su nacimiento y desarrollo. Desde el punto de
vista
territorial
, la dificultad de interpretación no viene
del hecho de que tenga su sede en Ontinyent (pues
otras están en Barcelona o Sabadell y son de ámbito
nacional) sino de que ella misma se declara «valencia-
na» (
Asociación de Empresas Textiles de la Comu-
nidad Valenciana
), mientras todas las demás incorpo-
ran a su nombre el calificativo de «española». Desde el
punto de vista
sectorial
, es la heredera (en el abanico
de competencias de la antigua organización sindical)
del epígrafe de
fibras de regeneración
porque en
algún tiempo eran las preeminentes en la manufactura
de Alcoy, o bien del capítulo de
fibras diversas
o
fi-
bras duras
, donde entraban materias como el cáñamo
o el yute o el sisal…, propios del Sureste del país. Este
aspecto se resolvió enseguida prescindiendo de las
connotaciones de materia prima para referirse al
pro-
ducto final
:
textiles de hogar
, de los cuales esta Co-
munidad tiene una hegemonía indiscutible.
Y, en su trabajo de cada día, Ateval lo ha resuelto
muy bien:
prepara informes del textil en general en
la Comunidad Valenciana
(donde no todo va para la
casa, sino que hay una importante industria algodonera
Selvafil, exigentes en hilatura
L
a empresa Selvafil, de
Maçanet de la Selva
(Girona), nació en 1973
para dedicarse a la hila-
tura de fibras artificiales
y sintéticas, con los equi-
pos, instalaciones y con-
cepto a la altura de las
más modernas indus-
trias de hilados.
En 1986 edificó una
segunda planta para la
elaboración de hilados a
partir de fibra pigmenta-
da en masa, es-
pecial para tol-
dos y tejidos de
uso en exteriores. Esta
planta fue automatizada
en 1995 con un sistema
de distribución automá-
tica de mechas, que per-
mite trabajar los colores
con máxima garantía de
calidad, mínimo riesgo
de contaminación y ele-
vado grado de producti-
vidad.
En abril de 1998 inau-
guró una tercera planta,
también automatizada,
para series más largas y
con el fin de hilar colores
y fibras especiales si fue-
ra necesario.
La planta más antigua
fue renovada por com-
pleto entre 2004 y 2008.
En la actualidad Selvafil
dispone de las instala-
ciones de hilatura de fi-
bra cortada más moder-
nas y automatizadas de
Europa, y posiblemente
la más flexible y mejor
equipada con controles
de calidad online.
Produce hilados a
partir de una única fibra
o de la mezcla íntima de
dos o más fibras, en títu-
los de NM=5 a
NM=100 a 1, 2
o más cabos;
en procesos de
anillo o de
open-end.
Sus productos se des-
tinan a diferentes mer-
cados. En
aplicaciones
técnicas
, para automo-
ción y aeronáutica, pro-
tección personal, uso sa-
nitario, filtración seca y
húmeda, y outdoor (tol-
dos). En interiores, para
textiles de decoración
.
También obtiene hilo de
coser.
Este año ha sido dis-
tinguido como
Miem-
bro Plata («Silver») del
Club Trevira CS
, otorga-
do a clientes de esta fi-
bra destacados, entre
otros factores, por su
creatividad y presencia
internacional
.
Miembro
destacado del
Club Trevira CS
Ateval
en dos frentes:
el sectorial y
el territorial
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