MARKET VISION - REVISTA 247
8 MARKET VISION - REVISTA / 247 - II - 2021 fases. En algunos meses, el sector habría vendido más.... si hubiera sido capaz de responder al merca- do en su justa medida . Por supuesto, eso indica que hay dos factores que coinciden en sentidos opuestos y, con su discordancia, configuran el mapa total. Al segundo, es decir, las constricciones de la oferta, se dedica otro artículo parti- cular en este número. Pero en conjunto se da la «bo- nanza (o contra-tormenta) perfecta» —permítannos esa licencia— para empujar el buen desarrollo del sector . Es la que explica, por ejemplo, que el precio promedio esté aumentando, y no necesariamente por mejora del mix , sino porque los costes se han ele- vado y, milagrosamente, el mercado acepta el traslado de los mismos a los precios finales. ¿Por qué? ¡Porque la demanda sigue activa! Sobre eso puede verse otro ar- tículo en este número. Entonces, ¿ vendrá Paco con las rebajas ? Es seguro que esto cambiará. Pero quizá no sea mañana. O sí. Nadie lo sabe. Bueno, más pronto o más tarde el tío Paco ven- drá . Eso es de perogrullo. Cualquiera que tenga expe- riencia y conocimiento sabe que todo es cíclico, y que, echando mano del refranero, igual que no hay mal que cien años dure, todo lo que sube alguna vez baja o, co- mo decía Josep Pla, «todo lo que no sube (es decir, deja de subir), cae». La cuestión está en el cuándo . Puede ser mañana mismo, o puede ser dentro de tres años. La experiencia nos muestra que acertar es difícil. Siempre que ha habido una burbuja y alguien ha predi- cho su estallido, ha acertado en que estallaría, pero rara vez se acierta el momento. Por ejemplo, la burbuja in- mobiliaria de los primeros 2000 debería haber reventa- do mucho antes, pero aguantó hasta 2008 cuando todos los que teníamos información y sentido común creía- mos que debería haberse frenado antes, y de manera menos abrupta. Pero los mercados son terrenos en los que la sensatez no interviene, ni cuando sus actores tie- nen mucha confianza (a veces sin fundamento) ni cuan- do les entra el pánico. Por otro lado, a veces lo que pa- rece un análisis sensato hoy... queda modificado maña- na por nuevos elementos de análisis. Incertidumbre es la palabra más frecuente y más atinada en estas cosas. Además, es que ahora ¡no estamos hablando exacta- mente de una burbuja! Amediados de mayo , algunos fabricantes del sector comenzaban a creer que , en lo tocante el equipamien- to doméstico, habíamos tocado techo y estábamos a punto de entrar en una fase de reducción de la de- manda . Y algunas semanas así lo ha parecido, pero po- cas, salpicando por en medio lo que sigue siendo una temporada feliz. Bien, la felicidad infinita no existe, y en nuestra opinión en efecto ya está superado el momento má- ximo de la demanda vinculada directamente a los sentimientos de la coronacrisis . Pero es una mera opi- nión. Y esto no implica que ya haya llegado, necesaria- mente, Paco con las rebajas. Hay sectores nuevos para el canal de electrodomésti- cos, como la movilidad urbana, que no han agotado su potencial, pero este mercado no se activó por la coro- nacrisis, sino que tiene una dinámica diferente. En lo tocante a los hogares, es claro es que seguimos viendo una actividad intensa, e incluso puede que creciente, en la reforma de las viviendas . Si tienen dudas, prue- ben a llamar a albañiles y expertos en rehabilitación, y pregúntenle por los plazos. Eso es así en cualquiera de las ciudades principales del país. Por no hablar de segundas residencias y edifi- cios de la redescubierta España rural, que de repente nos parece más saludable que las aglomeraciones de las grandes urbes. Cabe que el atractivo de esta España va- ciada que pretendemos rellenar ahora disminuya si re- cobramos la confianza sanitaria (campañas de inmuni-
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